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2 de agosto de 2021

El modelo híbrido educativo: una síntesis rápida.

La palabra híbrido es probablemente la más mencionada en el ámbito educativo, ya que, a raíz de los efectos de la pandemia, se pretendió implantar desde el ciclo escolar anterior un modelo escolar al que se le atribuyó dicho adjetivo; sin embargo, aún persisten muchas dudas entre docentes y más entre padres de familia, sobre todo en educación básica, ya que en otros niveles ya se contaba con cierta experiencia en algunos sistemas. 

Para intentar entender el modelo híbrido, es pertinente partir desde el concepto de “híbrido”, según la RAE: adj. Dicho de una cosa: Que es producto de elementos de distinta naturaleza. 

También es conveniente analizar concepciones de algunos sistemas educativos: El aprendizaje híbrido o blended learning consiste en incorporar a la instrucción tradicional formas de enseñanza multimedia basadas en recursos TIC. Algunos de estos recursos son los MOOC, intranet, foros, redes sociales, etc. El aprendizaje híbrido permite adaptarse a la realidad tecnológica actual y entiende las nuevas tecnologías como recursos provechosos para facilitar el aprendizaje. Las distintas técnicas no se limitan únicamente a la transferencia unidireccional del conocimiento (como puede percibirse con los vídeos tutoriales, únicamente), sino que se basa en la combinación de maneras de hacer y de herramientas para complementar el aprendizaje de forma constructiva y colaborativa. Más que transferencia se podría considerar construcción del conocimiento. Del mismo modo, al facilitar la comunicación entre agentes en cuanto a tiempo y espacio, se promueve el trabajo en comunidad.

13 de junio de 2020

La escuela me robó el sueño...

La escuela me robó el sueño..

Eran los primeros días de septiembre, lluviosos casi todos… el primer día de clases estaba por llegar, por eso me había acostado muy temprano, ya que mi casa queda bastante lejos de la escuela y había que caminar poco más de un kilómetro y no quería llegar tarde.

Apagué la luz y me senté en la orilla de mi cama, en mi mente seguía repasando lo que momentos antes había hecho: meter en mi mochila los cuadernos y otros útiles que me habían comprado mis padres, no sin antes revisar en varias ocasiones cada uno de ellos milímetro a milímetro, aquella mochila de mezclilla con el logotipo de una conocida marca de pantalones, la había abrazado, aspiraba su olor a nuevo, la volteaba al derecho y al revés, tenía una pequeña bolsa por delante con un cierre -donde después seguramente metería mi pegamento y se derramaría volviendo más dura la mezclilla- y mostrado con mucha alegría a cada persona que llegaba de visita a la casa. En otros años, había llevado mis útiles en costalillas, sí, esas bolsas de hilos de plástico de colores que también se usaban para el mandado.

Ya en cama, repasaba en mi mente con mucha emoción lo que haría al día siguiente al llegar a la escuela: conocer quien sería mi nuevo maestro o maestra, saludar a los amigos, saber quien se había ido a otra escuela o incluso a vivir a otro lugar e igual, saber si tendría nuevos compañeros.

Me moría de ansias por tener en mis manos los libros, para aspirar ese inconfundible y agradable olor a nuevos (pocos olores son más agradables que el de un libro nuevo), ver los dibujos de las portadas para luego compararlas con los alumnos de otras escuelas, ya que en ocasiones las portadas no eran iguales, aunque fuesen del mismo grado

¡El primer recreo del año escolar! Me imaginaba quienes estarían en mi equipo para el partido de futbol, no importaba que el patio estuviera lleno de charcos, jugaríamos descalzos… siempre y cuando alguien llevara la pelota -porque en ese tiempo casi nadie llevaba balón- usábamos esas pelotas rojas que mágicamente se hacían un poco más pequeñas y pesadas, ideales para el gran partido de futbol. Yo no era tan bueno para el futbol, pero sí el más emocionado.

Y así, en mi mente iba repasando cada imagen de los momentos que viviría en ese primer día de escuela, las horas transcurrían lentas en mi mente porque me urgía que amaneciera, pero ágiles en el reloj… no sé si dormité algún pequeño momento, pero la madrugada me sorprendió despierto y ya era hora de levantarse, ¡la escuela me había robado el sueño!

Pero también me enseñó el camino para alcanzar otro, yo amaba a la escuela y…. ¡decidí ser maestro! ¡Para así no irme nunca de ella!

12 de junio de 2020

¿Quién y qué aprendió en la modalidad de educación a distancia por la pandemia?

Las circunstancias de la crisis sanitaria nos obliga a todos los que estamos directamente involucrados en la educación a desarrollar nuestras responsabilidades de una manera muy distinta -para la mayoría tal vez- a la que estábamos acostumbrados.

Estar en clase y no estar físicamente en la escuela, representó un cambio trascendental para los alumnos, sobre todo los de educación básica que habían estado poco o nada acostumbrados a incorporar las tecnologías de la comunicación en sus procesos de aprendizaje. Para ellos ha resultado muy extraño el hecho repentino de cortar con las relaciones socioafectivas con sus compañeros de clase, siendo muchos los que han manifestado que desean regresar a la escuela para encontrarse de nuevo con sus amigos.

Aún mas extraño, ha sido para los alumnos el -intentar al menos- realizar sus actividades de clase sin la presencia cercana de sus maestros para atender sus dudas e inquietudes; que a pesar de que, en muchos casos, tenían la atención en línea, definitivamente no es lo mismo. Igual de importante, carecían de ese apoyo tan necesario de sus pares, en ocasiones de manera tan natural, que posibilita el logro del aprendizaje de una manera más rápida y adecuada.

Los docentes aprendimos que no es lo mismo elaborar una planeación para una clase presencial, que una secuencia de actividades para que los alumnos las desarrollen en casa (Diseño instruccional) y, que éstas pueden ser igual o más eficientes que la grabación de una clase en video hecha por el propio maestro para transmitirla en tiempo real o diferida, lógicamente no se excluyen del Diseño instruccional los apoyos multimedia disponibles en la web. Aquí hay espacio para analizar también el proceso educativo a distancia basado en material imprimible que, aunque éste no fue recomendado para evitar que las familias que no disponen de lo necesario se vieran obligadas a salir de casa para buscar donde imprimir, conllevando el riesgo de contagio y ocupando recursos económicos que pudieran ser escasos y destinados a la alimentación. Un reconocimiento para los docentes que recurrieron a esta modalidad como última alternativa para que sus alumnos trabajaran, y entregaron esos materiales sin costo y a domicilio.

Muchos padres de familia conocieron por primera vez el estilo de trabajo escolar de sus hijos y, sobre todo sus carencias y dificultades, que en la “normalidad” anterior nunca pudieron conocer por distintas circunstancias. No es de sorprender, que hay padres que comunicaron a los maestros que el nivel de aprendizaje de sus hijos no era el suficiente para aprobar el ciclo que recién concluye. Otros manifestaron acumular estrés al estar acompañando a sus hijos en sus actividades en casa. También hubo ocasión para el reconocimiento a la labor del docente y, en otras, para el reclamo y el reproche.

Lo que no se puede poner en duda, es que todos los agentes involucrados hemos aprendido mucho, posiblemente sin tener conciencia de ello, sin ser exhaustivos podemos mencionar que:

  • La escuela es un espacio que nutre a los alumnos no solo de conocimientos, aquí encuentran en excelente espacio para la convivencia, que a pesar de que en ocasiones no se puede garantizar que sea sana y totalmente segura, cumple con un rol muy importante en el desarrollo de los estudiantes.
  • La labor de los docentes no puede ser reemplazada, ni siquiera por el mejor modelo de educación a distancia que pueda existir.
  • La responsabilidad el desarrollo del alumno en todos sus aspectos, no debe recaer totalmente en la escuela, si los padres de familia no cumplen con sus parte, los resultados no serán idóneos.
  • En este tiempo de trabajo, los alumnos adquirieron en menor o mayor medida, aprendizajes sustantivos para la vida.
  • Las guías con actividades para imprimir no pueden garantizar por sí solas, la construcción de conocimientos para el alumno, ni en el aula de clase y menos a distancia.
  • Es responsabilidad de todos, sistematizar esta experiencia educativa originada por la pandemia y encaminarla en beneficio de un nuevo modelo de trabajo, porque según se vislumbra, será imposible retornar y continuar de la misma forma en ninguno de los ámbitos de la vida cotidiana y, por ende, tampoco en la escuela.
  • Estamos ahora no ante un borrón y cuenta nueva, pero sí con la posibilidad de mejorar en aras de una educación de calidad.